Anemia: síntomas

Anemia: ¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?

La insuficiente hemoglobina en sangre produce anemia, y la hemoglobina generalmente falta porque es escaso el hierro que el cuerpo necesita para producirla. Por eso se asocia la anemia con falta de hierro.

Frutas En Demasia
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La anemia es una enfermedad que se caracteriza por la disminución del número de glóbulos rojos en la sangre o de su contenido en hemoglobina (la proteína encargada de transportar el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo), por lo que la sangre no puede transportar una adecuada cantidad de oxígeno. La falta de oxigenación que esto produce puede provocar diferentes síntomas.

Palidez, cansancio, dolor de cabeza, falta del aire al hacer ejercicio y palpitaciones, son algunos de los síntomas que suelen aparecer ante los cuadros de anemia aunque hay que aclarar que frecuentemente la enfermedad no produce ningún síntoma, por lo que es más difícil de descubrir y tratar. En casos graves, puede ocurrir un paro cardíaco.

El diagnóstico de anemia se puede realizar con un simple análisis de sangre al calcular el porcentaje de glóbulos rojos que hay en relación al volumen total de la sangre y la cantidad de hemoglobina presente en una muestra de sangre.

Las causas de la anemia pueden ser varias: una hemorragia, una escasa producción de glóbulos rojos o su excesiva destrucción.

La falta de hierro en la dieta es un problema que se observa fundamentalmente en los niños que toman mucha leche y no incorporan alimentos ricos en hierro, así como en las mujeres jóvenes que están permanentemente “a dieta” y su alimentación es deficiente.

En las fases de crecimiento acelerado antes de los 3 años- puede suceder que el cuerpo tenga dificultades para aportar el nivel adecuado de hierro y durante el embarazo y la lactancia puede haber déficit de hierro, ya que en ese período las mujeres necesitan 2,5 veces más hierro que los hombres. Es por eso que en el caso de las mujeres embarazadas muchas veces se refuerza la dieta con suplementos de hierro.

Las grandes pérdidas de sangre pueden causar anemia: las menstruaciones abundantes, las hemorragias internas -úlcera duodenal, colitis ulcerativa, cáncer, o un sangrado en el estómago o los intestinos provocado por el consumo habitual de aspirina u otro medicamento similar durante largo tiempo-. Por eso es que no basta con diagnosticar la anemia y suplementar la dieta con hierro, sino que hay que averiguar cuál es la causa del déficit de hierro.

El tratamiento de la anemia depende, justamente, de su causa: si se trata de una pérdida de sangre, habrá que solucionarla y si es el resultado de una dieta pobre en hierro, habrá que elegir mejor los alimentos -la carne y el hígado, los mariscos, las frutas secas y frutas pasas, los vegetales verdes de hoja, la melaza, los granos enteros y los panes, cereales y las leches fortificadas son buenas fuentes de hierro- y, a veces, complementar con hierro en tabletas.

Para absorber mejor el hierro de los alimentos y también el de las tabletas de suplementos- conviene combinarlos con tabletas de vitamina C o con alimentos ricos en esa vitamina como el tomate y las frutas cítricas enteras o en jugos-.

A la vez, hay que evitar comer junto con los alimentos ricos en hierro otros que bloquean su absorción, como el café, el té, la yema de huevo, la leche, la fibra y la proteína de soja.

Fuente: Universo Mujer

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