Cirugia estetica: cada vez mas jovenes

Los cirujanos plásticos operan cada vez a más jovenes de 18 años en Granada

Granada registra cada año una media de seis mil intervenciones de cirugía estética, la mayoría son para aumentar los senos

La moda de ponerse más guapa o guapo en el quirófano no se ha arrugado con la crisis económica, aunque sí han podido cambiar los perfiles de las personas empeñadas en mejorar su autoestima a golpe de bisturí. Si hace tan solo siete años el perfil del cliente más habitual de este tipo de clínicas era el de una mujer de 25 a 45 años, ahora es el de una fémina de 18 a 25. Y muchas, pese a la leyenda de que la cirugía estética es cosa de adinerados son mileuristas.

«La mitad de mi clientela tiene entre 18 y 25 años, son mujeres que en su mayoría vienen a aumentarse el pecho». Las palabras son de Manuel Sánchez Nebreda, ex directivo y actual miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, quien acaba de cumplir treinta años en la profesión de cirujano plástico en el Instituto de Cirugía que lleva su nombre: 15.000 intervenciones quirúrgicas avalan su trabajo y el de su equipo a lo largo y ancho de estas tres décadas.

Los datos barajados por el sector revelan que en España se practican anualmente 380.000 cirugías estéticas, de las cuales 60.000 se efectúan en Andalucía. De forma proporcional, a Granada le corresponderían más de seis mil. ¡Más de seis mil mujeres y hombres sometidos al bisturí para mejorar su físico!

Una intervención de aumento de pecho cuesta entre 4.000 y 5.000 euros. Dinero excesivo para abonarlo de una sola tacada por parte de estas jóvenes ansiosas de resultar más atractivas a los ojos de los demás. «Si la crisis ha conseguido algo ha sido mejorar las facilidades de pago para someterse a estas intervenciones. La mayoría de estas chicas, que suelen tener su independencia económica, se suelen embarcar en un préstamo personal y van pagando poco a poco la intervención».

Lo más demandado por los clientes en este tipo de clínicas: el aumento de mamas, la rinoplastia y en menor medida la liposucción. Sin olvidar al género masculino que cada vez utiliza más este tipo de servicios con un 20% de presencia en estos quirófanos frente al 80% de las féminas.

Frivolidad y morbo

«Las marujas de la tele se cargan el prestigio de los cirujanos plásticos en medio minuto». Es el lamento del doctor José Córdoba Campo, especialista en Cirugía Plástica Reparadora y Estética, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) y médico en CMC Medical Group de Granada. «Y esto incide en la falta de información de la opinión pública y en una frivolización de todo el proceso médico que supone una operación de cirugía estética como es un implante de mamas». Pone dos ejemplos, sin paños calientes. «Una colega médico de treinta y pico años me preguntó si podría viajar en avión tras la operación de aumento de pecho. Sé por qué me lo preguntaba. Pero quise confirmarlo». En efecto, esta joven médico estaba preocupada porque a Ana Obregón le explotó un pecho tras operarse mientras viajaba en un avión. «Y esto, es mentira. Y además es imposible. Es una leyenda urbana, pero nos ofrece la pista de los márgenes del debate sobre las operaciones de aumento de mamas», explica el doctor Córdoba.

El segundo ejemplo sobre «la frivolización que se hace continuamente en los programas de televisión sobre la cirugía plástica es todo lo que gira en torno a Belén Esteban». Pero esta vez, ya no es solo la frivolidad, «entramos de lleno en el terreno del morbo. Nuestra profesión está rodeada de lugares comunes y de leyendas urbanas. Esto no es nada bueno. En absoluto».

El doctor Córdoba explica entonces que «a las pacientes les explicamos el tipo de cirugía, por dónde colocar las prótesis, el tipo de prótesis. Y llega el momento más importante de la consulta, cuando hablamos de las complicaciones, ya que toda paciente que se somete a una intervención necesita firmar el consentimiento informado. Y cada intervención tiene su propio consentimiento». El doctor Córdoba informa que «este trámite se explica en la primera consulta y que se les especifica que el documento no me exime de culpa y que me pueden demandar con él o sin él. Se les exige que no nos lo firmen sin leerlo y en tercer lugar hay que entregarlo con tiempo suficiente para que el paciente lo pueda asimilar. No vale de un día para otro». Y una afirmación final termina su discurso: «Quiero que la opinión pública sepa que los pacientes son operados en quirófanos y están muy controlados. ¿Qué tiene de frívolo todo esto?», se pregunta.

Denuncias

Si las denuncias o las negligencias sanitarias sirven para cuestionar la fiabilidad de la cirugía estética, Granada saldría muy bien parada. La delegación provincial de Salud solo ha recibido una denuncia en los últimos años por unas quemaduras provocadas por un láser durante una fotodepilación. El responsable provincial de la Sociedad de Medicina Estética, Francisco Morales Torres, no tiene constancia de denuncia «alguna en el colectivo de médicos estéticos de Granada, desde su creación en el año 2003». Y los cirujanos plásticos, aseguran que desde el año 2002 «no hay intrusismo ni clínicas piratas en esta provincia».

Sin embargo, la pasada semana fallecía una mujer lojeña de 34 años que se sometió a una intervención para aumentar sus senos en una clínica privada de Málaga. Murió un mes después y por una cadena de presuntas negligencias, iniciadas en la clínica privada malagueña. En la provincia de Granada hay 26 unidades asistenciales de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora autorizadas por al delegación de Salud para practicar este tipo de intervenciones quirúrgicas que solo se pueden realizar en los quirófanos de los hospitales de la Salud y la Inmaculada. La asociación el Defensor del Paciente ha contabilizado 421 quejas en todo el país de personas insatisfechas con el resultado de su intervención de cirugía estética.

El consejo de un experto para lograr un buen resultado en el quirófano. «El cliente debe buscar en primer lugar a un cirujano plástico y a un profesional que tenga experiencia acumulada, eso da seguridad y tranquilidad». Nebreda mantiene que él no opera a todas las clientes que se lo proponen. «Suelo desechar un 30% de la demanda que entra en la clínica. ¿Por qué? Porque sé que nunca quedarán satisfechos con los resultados obtenidos. Suelen venir con grandes problemas de autoestima y creen que con un aumento de mama o con una liposucción se le arreglarán sus problemas personales, y sabemos que nunca será así».

España es el país europeo donde más cirugía estética se practica: cada año se mueven 800 millones de euros en este tipo de negocio.
fuente:.ideal.es

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