Retención de líquidos durante el embarazo
El embarazo es una de las mejores etapas de la vida de una mujer. Durante ese tiempo se producen muchos cambios en su cuerpo y hasta surgen problemas y desordenes en él, que aunque no sean graves, son muy molestos para las mujeres.
Uno de los problemas más comunes en el embarazo es la hinchazón del cuerpo, este efecto se debe a la mala circulación o la retención de líquido.
No es un problema muy grave, pero causa dolor y molestias a la embarazada, aun más en los últimos meses del embarazo.
¿Por qué se produce la retención de líquido durante el embarazo?
La retención de líquido durante el embarazo de debe a que en los últimos meses de gestación el útero es demasiado grande, por este motivo comprime y presiona las venas de las piernas que transportan sangre al corazón. Esto hace que los líquidos queden acumulados en los tejidos y se produzca la hinchazón (o “edemas” en un lenguaje más científico).
La retención de liquidos es muy común en las embarazadas, por eso es que no debes asustarte si notas que tu cuerpo se hincha por las mañanas o al final del día.
Los remedios caseros y los remedios naturales te podrán ayudar a solucionar este problema y aliviar los síntomas. Sin embargo si los síntomas no mejoran y la hinchazón cada vez es mayor debes consultar urgente al médico.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la retención de líquido durante el embarazo?
Los síntomas más comunes de este problema en el embarazo son:
Hinchazón en las piernas.
Hinchazón de los tobillos.
Hinchazón de los pies.
Hinchazón de las manos.
Hinchazón del rostro.
En algunos casos solo se hinchan las piernas, los tobillos y los pies pero en otros casos se puede hinchar las manos, el rostro y hasta los labios, ya que es demasiado líquido retenido y durante la noche se distribuye hasta esas zonas. Muchas personas confunden esta hinchazón con el sobrepeso, pero la hinchazón durante el día se aliviará.
¿Cómo aliviar los síntomas?
Para aliviar las molestias de los síntomas y así eliminar los líquidos:
Sigue una dieta saludable que incorporte mucha verdura y fruta.
Bebe abundante agua durante el día, como mínimo 2 litros. Esta cantidad de agua puedes tomarla a pequeños sorbos.
Evita consumir sal de forma desproporcionada. Cuando cocines, intenta ponerle la menor cantidad de sal posible a la comida, y evita los alimentos envasados con gran cantidad de sal, como por ejemplo las patatas fritas.
Sumerge los pies en agua fria por largos ratos.
Eleva las piernas durante una hora por día. Cuando hablamos de elevar las piernas no quiere decir que te sientes y levantes las piernas a la altura de la cadera, ya que de esta manera estas empeorando la situación, debido a que los vasos sanguinos son comprimidos aun más. La manera correcta de elevar las piernas es acostarse en la cama o en el suelo y elevar las piernas apoyándolas contra una pared. Debes realizar esto al menos unas vez al día.
También es recomendable que duermas con las piernas elevadas, no en esta posición, sino que coloques uno o dos almohadones por debajo de ellas para levantarlas.
Haz ejercicios. Sal a caminar a las horas que no hagan demasiado calor ni frió. Si es posible ve a natación especializada para embarazadas.
Duerme 8 horas por día y después de comer realiza una siesta de 1 hora. Es recomendable que duermas de lado.
Evita usar prendas demasiado ajustadas.
Evita estar de pie mucho tiempo.
Si estás demasiado incómoda, considera realizarte un drenaje linfático para embarazadas.
fuente:mujerstyle.com