Despedidas de Solteras by Mariela Tesler
Las Despedidas de Solteras ha sido por siempre un ritual clásico a la hora de poner fecha para la unión formal de la pareja. Varones y mujeres han buscado la manera divertida de dejar atrás la soltería reuniéndose con amigos y celebrando esa decisión.
Por mucho tiempo, las mujeres han convocado varones musculosos y fornidos que le bailen a la novia mostrando sus atributos más íntimos…casi casi como insinuando que la fiesta se le termina porque entró en la etapa de la maduración y el compromiso.
Las Despedidas de Solteras fueron migrando y hoy encontramos en Europa por ejemplo el “anti stripper” en escena; un actor rellenito y panzón que aparece reemplazando al prototipo de macho inalcanzable. Provocando risa y hasta incluso alegría por tener un novio más bonito en casa…el encuentro es fantástico de todas formas porque invita a un juego más relajado y real.
La última noche de soltera de una mujer se transformó hoy día en un momento divertido pero además educativo. Se incluyeron tips para salir de la rutina (entendiendo que no es que nos casamos y ya está todo asegurado, a la pareja hay que alimentarla día a dia)…Propuestas de condimentos para apasionarnos y ser creativos, consejos de las amigas casadas sobre la convivencia y otros.
Al ser una especie de combo entre diversión, risa y aprendizaje, las chicas además de divertirse, aprenden llevándose todas las presentes tips para sorprender a sus respetivas parejas. Los novios, maridos felices las esperan a la noche para recibir la sorpresa y hasta les dan dinero para que les compren cosmética sensorial, lencería y hasta lubricantes o toys.
Actualmente en las despedidas de solteras se suman además de las amigas, madre, abuela, cuñada y hasta la suegra! Es maravilloso cómo logran quitarse las etiquetas de los parentescos y comparten un momento único sin tabúes.
El matrimonio es una elección. Una vez que se celebra y convivimos, seguimos eligiéndonos cada día. El compromiso de la unión no es garantía de felicidad.
Para preservarla debemos mantener el halago, el mimo, ser compañeros, respetarnos, querernos bien, alimentar proyectos en común, preservar un espacio individual también y tantos otros. Hay que alimentar esa llama cada día, no sólo con lo sexual, que puede incluso pasar a un segundo plano si la pareja así lo desea, sino en el día a día y en las cuestiones más simples.
Mariela Tesler – Directora de Isabellina